UN DIA NORMAL

Así nos ve Duque todos los días. En realidad, tiene una personalidad tan peculiar que hasta Garfield quedaría corto al lado de él. Como si realmente perteneciera a la realeza, este caballero no sale de la casa trepando muros y rejas... él solo entra y sale por la puerta principal. Jamás mauya para pedir comida, sólo nos ve fijamente como si quisiera himnotizarnos para que cediéramos ante sus órdenes. Los perros lo respetan y cuando está sentado frente a la puerta de la cocina... ninguno entra o sale. Para variar, le encanta jugar a las escondidas, aunque parezca imposible. Apenas me escucha decir ¿dónde está Duque? corre a buscar un lugar para esconderse y una vez que lo encuentro, corre a buscar otro escondrijo. Eso si, siempre tiene hambre y cuando lo molestan, utiliza esa mirada fria y calculadora con la que me miró cuando le tomé la foto. Quién sabe que insulto estaría pensando para mí...